Es natural que te sientas inclinado hacia una persona que percibes como experta. Cuando alguien demuestra un nivel de experiencia y comparte información que no conocías, tiendes a confiar en él. Esa experiencia genera confianza, acá les contaré de la experiencia educativa en Farmacia.
Por ejemplo, cuando vayas a la farmacia y busques comprar una
receta o requieras ayuda farmacéutica para tu problema de salud, verás que, en
alguna medida, no conoces lo suficiente acerca de los medicamentos, sus
beneficios y su forma de aplicación y uso correcto, debido a que el ámbito de
la farmacología es complejo. Incluso cuando tienes a disposición el prospecto del
medicamento, sigue siendo confuso por el lenguaje técnico que describe las
particularidades, composición,
las indicaciones, la posología y las contraindicaciones de la composición del
medicamento. Entonces en tu calidad de paciente valoras mucho que te brinden información
y por qué no, te eduquen en el uso adecuado del medicamento.
El trabajo del asistente de farmacia es ayudarte a conocer los beneficios del medicamento y comprender su administración adecuada. Y hay dos tipos de asistentes. Uno simplemente entregara el medicamento solicitado. El otro invitara al paciente/cliente a suministrarle información, explicando las particularidades del medicamento y su correcta administración. Te explicarán el “como” y el «por qué» del uso adecuado del medicamento. Y en muy poco tiempo, confías en ellos y aceptas su recomendación. Y no es sólo porque sean realmente inteligentes. Es porque te han educado y te han hecho inteligente.
Cuando el Asistente de Farmacia hace que un cliente sea más consciente, ocurren al menos dos cosas. En primer lugar, el Asistente demuestra sus conocimientos de tal manera que se centra en el cliente, y no sólo en lo mucho que sabe. Y segundo, está eliminando la confusión, lo que crea claridad y confianza.
La confianza es muy importante para conseguir que un cliente no sólo compre, sino que vuelva y compre más. Los clientes deben confiar en la calidad de lo que vendes y en que la experiencia será siempre la misma. Y si a esto le añadimos que hacemos que el cliente sea más inteligente -y, por tanto, más confiado en sus decisiones de compra-, estamos dando con la clave que puede aumentar las probabilidades de repetir la compra y la posible fidelidad del cliente.
La mayoría de los clientes, sean conscientes de ello o no, quieren tomar decisiones con conocimiento de causa. Quieren sentirse bien y seguros de lo que compran. Educar a los clientes y crear claridad es una gran manera de separarse de otros que no están dispuestos a tomarse un minuto o dos más para ayudar al cliente a ser más inteligente para que pueda tomar decisiones de compra más inteligentes.
No pienses que esto es una técnica de venta. Crear una
experiencia educativa es una poderosa estrategia de experiencia del cliente en
Farmacia. Es muy sencillo. Simplemente haga que sus clientes sean más
inteligentes.
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