ESTRATEGIAS DE EXPOSICIÓN


4. Estrategias de exposición
Si seguimos las indicaciones del visual merchandising para farmacias, debemos exponer los productos de tal forma que las zonas frías lo sean menos, y se aprovechen las zonas calientes para los productos de salida más complicada, templando así el espacio.
Así podemos organizar el espacio según las necesidades de los clientes o según la rotación de los artículos.

Según las necesidades de los clientes 

La ubicación de los artículos necesarios que el cliente va a comprar de forma premeditada deben colocarse en las zonas más frías con el objetivo de que el cliente recorra un mayor espacio y podamos forzar una compra recordada o impulsiva.
Los productos deseados, que no son necesarios, pero relacionados con la autoestima del cliente, deben colocarse en las zonas calientes, cercanas al mostrador. El motivo es que es una compra para la que el cliente suele necesitar asesoramiento. Por ejemplo, en el caso de la cosmética. Del mismo modo, como hemos avanzado, aquellos productos de los que queramos generar una compra imprevista o impulsiva deben situarse en la entrada, o encima del mismo mostrador. Dos de las zonas más calientes de la farmacia.

Según la rotación 

Si ordenamos según la rotación de artículos, aquellos con rotación más baja deberían situarse en zonas calientes. Pero cuidado, los productos de rotación prácticamente nula, que requieren una gran reflexión, y normalmente de precio elevado, deben situarse detrás del mostrador, pues suelen requerir asesoramiento especializado. De este modo, los productos de alta rotación, se situarían en las zonas frías, con la intención de dirigir los usuarios hacia ella.
Exposición por familias
La exposición por familias suele ser la que más triunfa facilitando así que el cliente encuentre lo que busque, pero también las ventas cruzadas de productos relacionados. Las diferentes categorías de las familias pueden ordenarse de forma vertical (por ejemplo, todo el champús anticaída en una misma columna y, en la siguiente, los champús para pelo graso), horizontal, (donde cada tipo de champú ocuparía una columna) o de forma cruzada, donde los champús irían seguidos o mezclados con otros productos similares. Por ejemplo, los champús para cabello sensibles, acompañados de los tintes para también, cueros cabelludos sensibles. Por último, existe la exposición en vrac, es decir, de forma amontonada y desordenada, por ejemplo, en fuentes. Es genial para productos de promoción o en oferta, o para dar sensación de que lo están.

5. Animación y comunicación

Por último, en el visual merchandising para farmacias también tienen un gran protagonismo las formas de comunicar y animar el punto de venta. Por ejemplo, las ventas estacionales deben exponerse de forma llamativa en las zonas calientes y visibles. Incluso en pilas. Los productos en promoción deben destacar haciendo uso por ejemplo, de colores rojos o carteles y situarse en zonas frías para potenciar las ventas de aquellos artículos que los rodean. En los mostradores también pueden incluirse folletos, catálogos o guías con recomendaciones de salud y cuidado de cara a mejorar el recuerdo de la experiencia de compra en la farmacia y fidelizar a la clientela. Del mismo modo, que también puede ser interesante dedicar parte de los estantes a exponer los productos de forma que los clientes puedan tocar una muestra antes de proceder a la compra del artículo.

¡Ya puedes aplicar el visual merchandising a tu farmacia!
Y ahora que tienes las claves, no olvides que lo fundamental es que potencies el atractivo de tu farmacia y de tu negocio a través de un diseño cómodo, lógico y ordenado, que, en última instancia, no solo aplica a la exposición de productos, si no a la farmacia en su misma.
Y si no sabes por donde empezar a aplicar el visual merchandising, te recomendamos empezar por listar tus productos, según su rotación y rentabilidad, ¡verás que a partir de ahora es mucho más fácil!

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